Consejo del día |
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07-06-2022
¿Recuerda cuando su hijo estaba aprendiendo a caminar? Probablemente se tropezaba y se agarraba de usted. Pero al final, dio un paso él solito. No lo hizo para ganar calcomanías en una tabla u otra recompensa. Su hijo quería aprender a caminar. Eso se denomina motivación interna, y es algo con lo que nacen todos los niños.
Sin embargo, la motivación interna de los niños no siempre se traslada al trabajo escolar o las responsabilidades en casa. El mismo niño que pasa horas practicando tiros libres al aro de baloncesto, se aburre a los cinco minutos de comenzar sus problemas de matemáticas.
Algunas veces, los padres ofrecen recompensas, como más tiempo para pasar frente a la pantalla o para jugar. Pero aquellas recompensas externas solo funcionan a corto plazo. Aumentar la motivación interna de los niños es la mejor solución.
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Presentado por:
West Point Consolidated School District
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